Confartigianato rinde homenaje a Alberta Ferretti: "Ha cultivado con éxito la cultura".

La diseñadora Alberta Ferretti ya se dormía entre telas a los cinco años. Le encantaba escuchar su "sonido", como si las telas pudieran hablar. Desde entonces, Ferretti no ha parado. A los 15 años abrió una mercería; a los 17, su primera tienda en "su" Cattolica; y a los 19 fundó una empresa. De aquel grupo de costureras de antaño, llegamos hoy al grupo internacional Aeffe, donde Ferretti es vicepresidenta. Una historia de éxito que Confartigianato reconoció ayer con el premio "Confartigianato Cultura 2025". Al evento, celebrado en el Grand Hotel Majestic (antiguo Baglioni) de Bolonia, también asistió el ministro de Cultura, Alessandro Giuli, quien, junto con Vincenzo Mamoli, secretario nacional de Confartigianato; Amilcare Renzi, secretario regional de Confartigianato; y Davide Servadei, presidente regional de la asociación, entregó el premio a la diseñadora.
Antes de recibir el premio, Ferretti fue entrevistada por Valerio Baroncini, subdirector de Il Resto del Carlino. En la entrevista, repasó su trayectoria internacional en la moda, haciendo hincapié en «la importancia de la creatividad», pero sobre todo, «de la artesanía que permite que una idea se materialice».
La diseñadora recordó la importancia de sus raíces, de su Cattolica donde todo comenzó, de las "magníficas colinas de Romaña" donde, a menudo, "me relajo conduciendo durante horas".
Y es precisamente desde la inmersión en esta tierra de creatividad, es al observar "la luz y las hojas, que mis prendas se mueven, inspirándose en la naturaleza".
En esta aventura creativa, la emprendedora narra su descubrimiento de Montegridolfo, un pueblo casi olvidado cerca de Rímini, que decidió revitalizar. Un proyecto ambicioso, pero Alberta Ferretti afirma que no pudo resistirse: «Es un lugar mágico. Así que decidí renovar el castillo y darle nueva vida. La belleza, al fin y al cabo, hay que cuidarla».
¿Cuál es la conexión entre la moda y su compromiso con Montegridolfo? «Es parte de mi idea de ligereza», explica Ferretti. «Visto a las mujeres, las cubro, pero lo que envuelve el cuerpo humano es otra prenda, es la emoción que sientes al viajar, al visitar un lugar que te conmueve…». Desde aquí, antes de recibir el premio, la diseñadora reconoce el rumbo que está tomando su «segunda vida»: «He dado tanto a la moda, ahora quiero dedicarme a narrar la historia de mi tierra». Concluye, emocionada, recordando su sello distintivo: «La fuerza de la bondad, porque con la arrogancia no se consigue nada…».
Amilcare Renzi, secretario regional de Confartigianato, explicó el motivo del premio: «Alberta Ferretti siempre ha tenido la capacidad de transformar la creatividad en un lenguaje internacional. La cultura proviene de "colere", que significa cultivar, cuidar la tierra, las ideas, las personas y el tiempo». Por ello, Davide Servadei, presidente regional de Confartigianato, reconoció su vocación por la promoción de la zona, además de su destacada trayectoria como empresaria de moda.
El ministro Giuli también hizo hincapié en la importancia del mecenazgo, destacando la necesidad del ministerio de "fomentar el diálogo entre las instituciones públicas y privadas, incluso a través del bono artístico y los recursos disponibles".
ros. carb.
İl Resto Del Carlino



